Sube el salario mínimo, ¿quién gana, quién pierde y qué pasa con la inflación?

Sube el salario mínimo, ¿quién gana, quién pierde y qué pasa con la inflación?

Foto: Enfoque

El debate sobre el aumento al salario mínimo es uno de los más polarizados en la agenda económica actual. Por un lado, millones de trabajadores lo celebran como un avance en justicia social y recuperación del poder adquisitivo, pero por el otro, los pequeños y medianos negocios lo ven como una carga que podría alimentar la inflación en un contexto de desaceleración económica.

 

Pero, contrario a los pronósticos iniciales de empresarios y economistas, los incrementos no han generado una espiral inflacionaria. Según estudios como el de SciELO en 2024, estiman que el impacto en precios es mínimo; por cada 10 % de alza salarial, la inflación sube solo 0.4 %, y esto se diluye por el "efecto faro", que son los ajustes en salarios superiores.

 

 

 

El estudio menciona que la inflación anual se mantuvo por debajo de 5 % en promedio: 3.2 % en 2021, 7.8 % en 2022 y bajó a 4.3 % entre 2023 y 2024. Por su parte, la Conasami y el Banco Mundial coinciden, la masa salarial adicional representa solo el 3 % de los costos empresariales totales, insuficiente para encarecer todo. En 2024, pese al 20 % de alza, la inflación cerró en 4.32 %, y expertos afirman que no impacta en la inflación.

 

Además, economistas subrayan que la recuperación del poder adquisitivo ha permitido reactivar el consumo interno, beneficiando a sectores como el comercio y los servicios.

 

Pero, a pesar de ello, cámaras empresariales advierten que el principal impacto se resiente en las micro, pequeñas y medianas empresas, especialmente en sectores como restaurantes, tiendas de abarrotes, talleres y servicios personales. Señalan que el alza en nómina, sumada al incremento de insumos, renta y servicios, reduce sus márgenes de ganancia y se podría traducir en despidos, informalidad o cierre de negocios.

 

¿A qué sector de trabajadores aplica el alza al salario?

 

El aumento al salario mínimo aplica de forma directa a cualquier trabajador subordinado cuyo ingreso diario sea igual o menor al salario mínimo vigente, ya sea en una relación laboral formal o incluso informal registrada. En la práctica, el ajuste impacta de inmediato a quienes perciben exactamente el salario mínimo general, así como a quienes, de manera ilegal pero frecuente, ganan menos de esa cantidad, especialmente en sectores con alta informalidad.

 

También son beneficiados de manera obligatoria los trabajadores con salario mínimo profesional, categoría que incluye 61 oficios reconocidos por la Conasami, entre ellos repartidores, albañiles, cajeros, meseros, choferes, trabajadoras del hogar, personal de vigilancia y limpieza, entre otros. En estos casos, los salarios también deben ajustarse de manera proporcional al nuevo incremento, lo que extiende el impacto del alza a miles de ocupaciones específicas.

 

Los sectores donde el efecto directo es más visible son el trabajo doméstico, donde cerca de 70% de los empleados gana el mínimo o menos; agricultura y jornaleros, con entre 60 y 70%; restaurantes, fondas y taquerías, con hasta 55%; así como hoteles pequeños, vigilancia privada, comercio minorista y construcción. En la industria maquiladora, el impacto directo alcanza aproximadamente al 25% de los trabajadores de líneas básicas de producción.

 

De acuerdo con datos del IMSS y la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2025, alrededor de 8.5 millones de trabajadores formales cobran exactamente el salario mínimo o menos, aunque el efecto del incremento se extiende de manera indirecta a entre 20 y 22 millones de personas debido al llamado “efecto faro”, que empuja ajustes salariales en otros niveles de ingreso.

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