Chedraui y la infame realidad

Chedraui y la infame realidad

En el panorama político de Puebla, el gobernador Alejandro Armenta y el supuesto alcalde de la capital, José Chedraui, representan dos niveles de gobierno que, en teoría, deberían complementarse para elevar la calidad de vida en la ciudad. ¿O no lo cree usted así?

 

Las acciones de estos personajes, del eficiente gobernador y del badulaque munícipe, invitan a una reflexión sobre prioridades y resultados concretos. Mientras Armenta ha impulsado inversiones masivas en infraestructura vial a nivel estatal, con un impacto directo en la capital, Chedraui... ¿qué ha hecho Chedraui?

 

El alcalde parece haber encontrado su refugio en los aplausos de dizque cultura y el brillo efímero de las fiestas, mientras usted y yo y miles de poblanos tenemos que batallar diariamente con baches, inseguridad, falta de servicios y muchas “lindezas” más.

 

Y es que ahora al edil le ha dado por sentarse a “oír ópera”; luego, con un simple botón, ilumina el zócalo con foquitos navideños, que duran lo que una ilusión decembrina. Y para rematar, con una sonrisa que roza lo burla a los ciudadanos y el cinismo, presume de haber tapado miles de baches, como si eso fuera cierto, ningún poblano le cree. Pero Chedraui cada día se vuelve más caradura.

 

¿Es esto sólo un show para “distraer” de la infame realidad? Analicemos los hechos, porque los números no mienten, pero las prioridades sí.

 

Empecemos por los baches, ese eterno talón de Aquiles de Puebla que Chedraui heredó en estado de emergencia y que, a un año, todo sigue igual. En su informe de noviembre, el alcalde fanfarroneó con 226,536 oquedades atendidas de enero a la fecha, invirtiendo 154.3 millones de pesos en el programa "Bacheando Puebla". 

 

Para diciembre, el pomposamente llamado subsecretario de Infraestructura, Edgar Dávila Ramos, elevó la cifra a más de 240,000 baches sellados, con 25 cuadrillas trabajando sin descanso. Suena muy bonito, para ser verdad.

 

Pero hagamos cuentas simples, con un costo promedio de 718 pesos por bache, el precio total ronda los 172 millones de pesos. ¿Y el resultado? Las calles siguen igual, como admitió el propio Chedraui en octubre al mencionar que se bachea un lado y se abre el de junto. La meta inicial de 200,000 se "rebasó", pero ¿a qué costo? ¿Cuántos de esos parches fueron temporales y se levantaron nuevamente con la lluvia?

 

En cambio, el gobernador pavimenta 5,000 calles con inversiones estatales récord, con maquinaria propia, sin intermediarios ni “empresas favoritas". Rehabilita avenidas enteras y no sólo tapa hoyos, sino que lleva a cabo el fresado, renivelación, nueva carpeta asfáltica de 5 a 7 centímetros, guarniciones, banquetas, señalética y, en varios casos, alumbrado nuevo. 

 

De 37 vialidades clave en la capital y zona metropolitana, 13 ya están en ejecución directa como la 24 sur, la 12 oriente; además, ya se entregaron las laterales de la Recta a Cholula, la Calzada Zavaleta y el Camino Real a Cholula, así como carretera en San Francisco Totimehuacan. Y si esto no fuera suficiente, 24 más ya están en programación para iniciar en las próximas semanas.

 

En pocas palabras, el Gobierno del Estado está haciendo la obra pesada que le corresponde al municipio, y la hace mejor, más rápido y tres veces más barata.

 

Señor Chedraui, deje de presumir que ya tapó 240,000 baches, porque no es verdad. Los poblanos no queremos embustes ni foquitos ni óperas en la vía pública, queremos calles dignas.