En México, la devoción a la Virgen de Guadalupe es una de las expresiones religiosas y culturales más amplias y arraigadas. No sólo es un símbolo católico, sino un emblema de identidad nacional que trasciende la fe estricta, está presente en la vida cotidiana, la historia y hasta en movimientos sociales.
Esta devoción no sólo se manifiesta en peregrinaciones masivas, sino también en esculturas monumentales que se erigen como faros de fe en diversos paisajes del país. Estas obras, construidas con materiales como bronce, acero y concreto impresionan por su tamaño y por su simbolismo cultural y espiritual.
Estas son algunas de las imágenes más impresionantes, ordenadas por altura aproximada y con sus ubicaciones clave.
Virgen de Guadalupe de El Ahuehuete: es considerada la más grande del mundo dedicada a la Guadalupana con 33 metros de altura, esta imponente escultura de bronce pesa 110 toneladas y fue inaugurada en 2017 para impulsar el turismo religioso cerca del Santuario de Chalma.
Requiere subir 640 escalones para llegar al mirador y hasta 760 para llegar a un segundo mirador en su cabeza, lo que la convierte en una experiencia de penitencia y vistas panorámicas. Se encuentra en el parador turístico El Ahuehuete, comunidad de El Ahuehuete, municipio de Ocuilan, Estado de México, a unos 8 km del Santuario de Chalma.
Virgen de Guadalupe de Huatusco: Hecha de fibra de vidrio y con 30 metros de altura, esta escultura fue cortada en dos partes para su instalación en lo alto de las montañas, atrayendo a unos 70,000 visitantes al año, especialmente el 12 de diciembre.
Está en la sierra veracruzana y la hace un ícono de devoción regional, con vistas a valles exuberantes. Se ubica en Cerro de la Cruz, Huatusco de Chicuellar, Veracruz.
Monumental Virgen de Guadalupe de Xicotepec: Con 23 metros de altura, es una de las más emblemáticas en Puebla y la quinta más grande de México. Construida en 2010 con acero y cemento por el escultor local Miguel Vargas Martínez; financiada por la comunidad, representa la unión cultural.
Pesa 120 toneladas y ofrece un mirador con vistas al Pueblo Mágico. Nació de una leyenda de 1949, cuando se "apareció" su silueta en una piedra del sitio. Recibe hasta 15,000 peregrinos el 12 de diciembre. Se encuentra en el Cerro El Tabacal, en Xicotepec de Juárez, Puebla, frente a la Capilla de Santa María de Guadalupe.
Estas esculturas no sólo son obras de arte, sino testimonios vivos de la fe mexicana, a menudo construidas con esfuerzo colectivo y en sitios de apariciones o peregrinaciones. En Puebla, la de Xicotepec destaca por su historia mística y su rol como emblema del estado, atrayendo a miles que suben al cerro para orar y admirar el paisaje serrano.