Los días de encierro y las malas noticias que se conocen día a día a causa del coronavirus nos han hecho valorar las pequeñas cosas de un día normal en Puebla, lejos de una pandemia mundial que ha paralizado a la ciudad.
Si el COVID-19 no existiera, en estos momentos veríamos en Puebla largas filas de automovilistas corriendo para pagar el control vehicular y comenzar con su trámite de reemplacamiento. La verificación se habría cancelado de cualquier manera por las irregularidades detectadas.