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Siempre he creído que Tony Gali es a las estrategias electorales como la Coca Cola a los publicistas.
¡Cualquiera mataría por ser su coordinador de campaña de aire!
Es un hombre inteligente, preparado, tiene presencia, habla con emoción y hasta canta.
¡Imagínense los videos o las fotos!
Pero, a pesar de estos atributos no será candidato a la presidencia municipal de Puebla en 2021.
En una perfecta Teoría de Equilibrios, Tony Gali está distanciado de la candidatura por la presión que se ejerce desde el Poder Gubernamental actual contra sus cuentas públicas.
Es un asunto de política profesional. Dirían en El Padrino, “no es personal, son solo negocios”.
Así, considero -sin filtraciones de por medio- que el carismático Gali Fayad estará fuera de las candidaturas del próximo año.
Entonces, el escenario queda libre para Eduardo Rivera Pérez.
Su gran reto será, en primer lugar, conseguir mediante acuerdos el apoyo moral y tal vez presencial del exgobernador.
Vamos, todos sabemos que son de corrientes políticas distintas, pero así como Enrique de Borbón dijo “París bien vale una misa”, el regreso del panismo al poder “bien vale un acuerdo”.
La política siempre ha sido atractiva, a lo largo de la historia, por los pactos establecidos aún entre figuras enemigas.
Iturbide odiaba a Vicente Guerrero -por su guerra de guerrillas que le costaban dragones-, pero al final acordó y de ese acuerdo nació México.
Si acá, a diferencia de mi ejemplo, no se ha perdido ninguna vida, creo que es posible esta alianza.
Y este columnista lo escribe sin un ánimo propagandístico.
Me mueve escribir por el morbo de un choque de titanes: un poderoso Gabriel Biestro con la estructura estatal contra un indómito Eduardo Rivera como el líder de la resistencia panista.
Es como ver una pelea de pesos pesados.
Aún es incierto saber quién ganará, pero por el control político de Puebla capital y por lo que respuesta la ciudad en el gran ajedrez de la política nacional, ojalá los poblanos vivamos un encontronazo electoral y no una aburrida pelea arreglada.
Por eso Lalo y Tony tienen que pactar.
Es su Civil War: y tan Tony es Tony Stark como Lalo el Capitán América.
