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La alta comisionada de la ONU para Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dijo hoy que las alarmantes desigualdades dejadas al descubierto por el brote de COVID-19 están alimentando las protestas generalizadas registradas en cientos de ciudades de Estados Unidos.
"Este virus está revelando desigualdades endémicas que han sido ignoradas durante demasiado tiempo. En Estados Unidos, las protestas desencadenadas por el asesinato de George Floyd no sólo están destacando la violencia de la policía contra la gente de color, sino también las desigualdades en salud, educación, empleo y la discriminación racial endémica", dijo la jefa de Derechos Humanos de la ONU en un comunicado emitido hoy.
"Es una tragedia que se necesitara el COVID-19 para exponer lo que debió de haber sido evidente: que el acceso desigual a la atención médica, el hacinamiento en las viviendas y la discriminación generalizada vuelven a nuestras sociedades menos estables, menos seguras y menos prósperas", añadió.
De acuerdo con la funcionaria de la ONU, el efecto de la COVID-19 en las personas de ascendencia africana, así como en las minorías étnicas de algunos países, parece ser peor.
En Estados Unidos, dijo Bachelet, la tasa de mortalidad por COVID-19 para los afroamericanos es de más del doble que para otros grupos raciales.
También se ha encontrado un mayor número de personas de minorías raciales y étnicas en algunos empleos que conllevan un mayor riesgo, incluyendo los sectores de transporte, salud y limpieza, dijo Bachelet.
"La lucha contra esta pandemia no se puede ganar si los gobiernos se rehúsan a reconocer las flagrantes desigualdades que el virus está sacando a la luz", dijo Bachelet, quien añadió que los esfuerzos para enfrentar la COVID-19 e iniciar el proceso de recuperación sólo serán exitosos cuando "se protejan sin discriminación los derechos de todos a la vida y a la salud" .
