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Sorprendido al retornar a su casa con pan recién comprado en una tienda, un joven paciente de COVID-19 que debía cumplir aislamiento increpó al funcionario que le llamó la atención, y amenazó con abrazarlo.
El hecho fue denunciado en la ciudad boliviana de El Alto, vecina a La Paz, cuyos habitantes se han mostrado reacios a acatar las restricciones impuestas por el confinamiento nacional contra la pandemia provocada por el nuevo coronavirus, según informó la cadena radial Erbol.
"Lo hemos pescado en flagrancia, llegando con la bolsa de pan a su casa, sabiendo que está positivo y no debe salir de su casa. Se alteró y me amenazó, me dijo "te voy a venir a abrazar", relató a esa radio Henry Contreras, secretario de Gobernanza del gobierno municipal alteño.
El funcionario indicó que el incidente ocurrió cuando una brigada municipal llegó al domicilio del joven para entregarle una canasta gratuita de alimentos, y descubrió que el paciente había salido rumbo a una tienda, como todos los días y contra las normas de aislamiento.
El joven de edad no precisada, cuyo padre falleció hace varias semanas por contagio de COVID-19, estaba asintomático y tras toparse con los funcionarios en la puerta de su casa no aceptó ser trasladado a un centro de aislamiento, dijo Contreras.
Agregó que, como éste, en El Alto hay muchos otros casos de indisciplina de los ciudadanos puestos en aislamiento domiciliario por ser portadores asintomáticos del nuevo coronavirus.
Según Erbol, vecinos dijeron que el joven contagiado salía con frecuencia de su casa, supuestamente a trabajar.
El Alto está desde el 25 de mayo en régimen de cuarentena flexible, luego de dos meses de un confinamiento oficialmente rígido pero que en la práctica fue roto casi a diario por millares de ciudadanos que no dejaron de congregarse en los mercados de alimentos y comida que se instalan en plazas, calles y avenidas.
En esa ciudad se han reportado 235 casos positivos de COVID-19 hasta el miércoles 3.
