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Andrés Manuel López Obrador y su equipo detectaron oportunamente el segmento poblacional de mayor conveniencia para sus fines: los jóvenes del sector “nini”, los que no estudian ni trabajan.
La llegada de un crédito del Banco Mundial -que aseguró no solicitaría-, únicamente contribuirá para engrosar los listados de los jóvenes beneficiarios por el programa que entrega dinero en efectivo a este grupo cautivo.
La estrategia es clara. Andrés Manuel López Obrador sabe que mientras su base de apoyo electoral se mantenga fuerte, los comentarios de la opinión pública que aglutina a intelectuales, profesionistas, líderes de partido y empresarios no harán mella en su popularidad que se traduce en votos.
Su ruta siempre ha sido la de los programas asistenciales: dar directamente el dinero o el apoyo en especie a quienes volverán a sufragar por él y su partido.
Pero la crisis económica causada por sus pésimas decisiones hacendarias, agravada por la crisis sanitaria del COVID-19 le mostró que las arcas nacionales comenzaban a vaciarse rápidamente.
Sin actividad económica no hay contribución, sin contribución no hay presupuesto, y sin presupuesto no hay dinero para los programas que desea implementar y aprovechar en 2021.
Su apuesta es clara. Ninguno de los partidos políticos logró cobijar a los jóvenes. En su discurso polarizador incluso culpó al “PRIAN” del estado en el que están los muchachos que no estudian ni trabajan. “Otro más de los perjuicios del neoliberalismo”, dice el presidente.
Si bien las administraciones pasadas le han hecho mucho daño a la juventud mexicana, es cierto también que López Obrador no los quiere desarrollados.
Jóvenes preparados, autónomos, con empleos formales y creando economía no son convenientes para su modelo de dictadura, por tal razón es preferible tenerlos bajo una subvención económica y así, con 3,500 pesos mensuales, le agradecerán a López Obrador en forma de votos.
El presidente ya aclaró que justo su prioridad es los programas sociales.
Con el préstamo del Banco Mundial, el incremento será de 50,000 millones de pesos, además de lo que ya estaba autorizado.
Este presupuesto será destinado a los créditos para empresas familiares o becarios, los Ninis.
Andrés Manuel López Obrador está concentrando toda su estrategia económica en la obtención de clientelas electorales. Por eso no le importó nunca la alerta del COVID, quería que la actividad mexicana siguiera su ritmo para que los impuestos se cobraran a tiempo y con ello mantuviera su red cautiva.
