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Brasil sumó casi 1,200 muertes por COVID-19 (la enfermedad provocada por el coronavirus) en las últimas 24 horas, por lo que desde el inicio de la pandemia ya perdieron la vida más de 53,000 personas, según datos oficiales.
En su boletín diario, el ministerio de Salud informó el miércoles de 1,185 muertes, por lo que la cifra total alcanza los 53,830 fallecidos.
El número de contagiados también subió notablemente: se detectaron 42,725 casos más, lo que eleva a 1’188,631 el total de brasileños con la enfermedad respiratoria.
Pese al aumento de fallecidos y de contagiados, las autoridades de la mayoría de estados y ciudades siguen flexibilizando las medidas de aislamiento social y anuncian planes a mediano plazo.
El estado de São Paulo (sureste), por ejemplo, anunció el miércoles que las clases presenciales en las escuelas públicas volverán a principios de septiembre.
São Paulo es el epicentro de la pandemia en Brasil, con 13,352 muertos y 238,822 fallecidos, aunque las autoridades alegan que desde hace semanas la curva de crecimiento de casos se ha estabilizado.
