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Sé que muchos opositores al gobierno de Luis Miguel Barbosa Huerta quieren ver arder a Puebla, por lo que toman posturas torpes para tratar de desestabilizar al Gobierno del Estado, sin tomar en cuenta las necesidades de la entidad.
El caso de Emilio L. vino a encender esas antorchas ávidas de sangre, pero una vez más el fuego inquisidor se apagó sin que siquiera comenzara a calentar la aldea poblana.
Sí, Luis Miguel Barbosa no está entre los personajes de la política exhibidos por Emilio L. No le busquen, no encontrarán nada.
Tras confirmarse que el nombre del gobernador no aparece en la denuncia del exdirector de PEMEX, muchos comenzaron a compartir un documento donde supuestamente se nombra al mandatario como parte de los personajes que recibieron favores de Emilio L.
Para empezar, hay que dudar de la veracidad de ese documento, pues ninguna fuente confiable lo ha puesto sobre la mesa.
Sobre todo, habría que decir a los opositores del gobernador que hay que revisar bien antes de acusar, pues de lo contrario los señalamientos que hacen son torpes y descuidados.
En el documento mencionado se menciona a Miguel Ángel Barbosa Huerta como el senador que pidió supuestamente favores para su hermano.
Hasta donde sé, el gobernador de Puebla se llama Luis Miguel, no Miguel Ángel. Para ser precisos, su nombre es Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta.
En el remoto caso que este documento fuera auténtico, la denuncia queda sin validez debido a que se estaría acusando a una persona distinta al gobernador poblano. Simple lógica, señores.
Más allá de todo esto, es urgente que los contrarios al gobernador se muestren como una oposición inteligente, con una crítica de altura y con argumentos sólidos.
La sociedad está cansada de torpes oportunistas que buscan cualquier cosa para criticar por criticar, para acusar por acusar.
