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El ministro de migración de Australia, Alex Hawke, explicó que se había decidido cancelar la visa de Novak Djokovic por segunda vez porque si se permitía su permanencia, otras personas podrían sentirse libres de rechazar la vacuna contra el coronavirus, lo que conduciría a disturbios en el país.
"Considero que la presencia continua del Sr. Djokovic en Australia puede conducir a un aumento del sentimiento antivacunas generado en la comunidad australiana, lo que podría conducir a un aumento de los disturbios civiles del tipo que se experimentó anteriormente en Australia con mítines y protestas que pueden ser en sí mismos una fuente de transmisión comunitaria", explicó Hawke a los periodistas.
Agregó que la estadía de Djokovic, al ser "una persona de influencia y estatus", puede animar a otros a ignorar o actuar de manera contraria a los consejos y políticas de salud pública en el país.
El ministro de migración expuso estos argumentos después de señalar que el 14 de enero se tomó esta decisión de acuerdo al punto 133C (3) de la ley de Migración para cancelar la visa que tenía Djokovic "por motivos de salud y buen orden, sobre la base de que era de interés público para hacerlo".
A Novak Djokovic, de 34 años, le revocaron la visa por primera vez cuando llegó a Melbourne para defender su título en el Abierto de Australia porque había un error en su solicitud de visado que recibió al haber obtenido una exención médica. Tras lo cual tuvo que permanecer unos días en un hotel donde se hospedan extranjeros con problemas migratorios.
El 10 de enero, el tenista serbio fue liberado luego de que un tribunal anulara la cancelación de su visa. Djokovic se disculpó explicando que su agente había llenado erróneamente su formulario de viaje a Australia. En un segundo intento para ingresar a Australia, Djokovic fue nuevamente detenido y le volvieron a revocar el visado a escasos días de que inicie la primera ronda del Abierto de Australia.
